La iniciativa Debagoiena 2030 identifica las claves para impulsar la transición energética de Debagoiena. En concreto, la iniciativa abordó a finales de 2020 el reto de la transición energética, siempre teniendo como objetivo una región inteligente, inclusiva y climáticamente neutra. Así, ha analizado las características de la transición energética en Debagoiena con el objetivo de activar una propuesta de intervención con capacidad de incidir en los diferentes vértices del reto, dando los primeros pasos para conocer la realidad de la transición energética a nivel de Debagoiena. La iniciativa compartió los resultados de este diagnóstico en una sesión online en el que hubo representación del Grupo Fagor.
Aritz Ameztegi, miembro de Debagoiena 2030, ha destacado el carácter prioritario del tema: «Las legislaciones y criterios que vienen de Europa vienen vestidos de verde. La evolución que se ha dado en los últimos años es evidente y debemos estar alineados en este sentido. Además, el cambio climático tiene un plazo. No se puede subir más de 1,5 grados la temperatura del suelo para 2050 y para recoger los frutos que tendremos en ese momento hay que empezar ahora».
Son muchas las claves obtenidas mediante el diagnóstico realizado. Con el objetivo de impulsar un modelo energético sostenible, renovable e inclusivo, han sido identificados tres retos: reforma energética de edificios; generación y consumo de energías renovables, impulsando la implicación de la ciudadanía en la generación de energía renovable desde la soberanía energética; y nuevas actividades económicas en torno a la transición energética. En concreto, el diagnóstico se ha realizado con 22 entrevistas con entidades de la comarca (representación política y técnica de las instituciones, profesionales…) y el análisis de 24 documentos e investigaciones, siete legislaciones y dos planes.
Por otra parte, se han identificado varias claves para poder dar respuesta a los retos planteados. Entre otros, se pueden mencionar la sensibilización de la ciudadanía; la importancia de un modelo colaborativo; el refuerzo de las estructuras y dinámicas ya existentes en Debagoiena; y la identificación y prototipado de soluciones que darán respuesta a los retos planteados mediante un laboratorio de nuevas soluciones. Una vez finalizada la fase de diagnóstico, comenzaría la de intervención.
En definitiva, Aritz Otxandiano Kanpo, responsable de Sostenibilidad del Grupo Fagor, ha subrayado la importancia del camino elegido: “El objetivo de la transición energética es muy complejo. Necesitamos compromisos compartidos. Cada entidad debe respetar sus propios compromisos, y en general, hay que buscar alternativas para que la ciudadanía se convierta en parte fundamental de esa transición. Aparecieron ideas muy interesantes en la charla de presentación». Hay que mencionar que el Grupo Fagor es el principal impulsor de la iniciativa Debagoiena 2030.